Quizá has visto algún bubble tea o helado de color morado y cuando preguntas de qué sabor es, lo más seguro es que te hayan dicho: “de Taro” y no te preocupes, que sabemos que eso es sinónimo de nada. En Cassava Roots tenemos el único Original Taro Tea y eso nos da toda la autoridad para poder orientarte y explicarte todo lo que necesitas saber sobre esta…¿fruta? ¿verdura? ¿semilla? ¿raíz?
El taro es un tubérculo como las papas y los camotes. La parte que se utiliza en los alimentos y que aporta ese distintivo color violeta es la raíz de la planta. Este vegetal cuenta con unas hojas en forma de corazón que también son comestibles.
La Colocasia esculenta, mejor conocida como Taro, se trata de un tubérculo cuyo origen se remonta al continente asiático, aunque también es común que sea cultivado en varias regiones como por ejemplo: Brasil o Hawai.
La popularidad del Taro se ha ido incrementado gracias a sus múltiples usos en la gastronomía; pero principalmente por el color morado intenso que resulta muy atractivo, vistoso e Instagrameable.
Poder descifrar el sabor del Taro es motivo de debate; ya que, si bien es cierto que tiene ligeros toques dulces y esencia floral, cada uno de nosotros lo asocia a un sabor diferente y precisamente parte de la experiencia es encontrar el sabor y descubrir por qué es tan amado por muchos, aunque mucho cuidado, ya que comer Taro de manera natural; es decir, la raíz o las hojas sin haberlas lavado o cocinado antes, puede resultar tóxico y dañino para la salud.
El Taro es un ingrediente rico en vitaminas (A,B6, C y E), minerales, ácido fólico, hierro, zinc, potasio, manganeso y cobre, los cuales resultan altamente favorables para la salud.
En definitiva el Taro se trata de un sabor que no puedes perder la oportunidad de probarlo y como queremos que formes parte de los #TaroLovers te tenemos una increíble noticia. Con motivo del Buen Fin, en Cassava Roots, en la compra de un Taro tamaño regular te llevarás el segundo A MITAD DE PRECIO, compártenos tu experiencia en nuestras redes sociales y cuéntanos, ¿a qué te supo el Taro?